Ni un montón de conmemoraciones y feriados ni una colección de piezas de museo: la historia es un relato vivo, está siempre en disputa y se sigue escribiendo. Resultado de procesos dinámicos, complejos y conflictivos, la historia es un mapa que permite entender el presente a la vez que asienta una proyección de futuro.


La historia -que siempre son las historias, en plural- suele tomar la forma de relato: narrativas que son una representación elaborada desde algún punto de vista y que los sujetos interiorizamos como verdaderas y propias. ¿Quién escribe estos relatos? ¿Son resultado de qué luchas? ¿Qué hacemos con ellos?


Sobre la historia nunca hay un único relato pero siempre hay alguno dominante, y éste orienta el modo en que percibimos no solo el pasado sino también el presente y el futuro. Con frecuencia, también, las narrativas históricas son reapropiadas y resignificadas desde los discursos políticos del presente con el objetivo de asentar allí la legitimidad de sus acciones y representaciones.


¿Cómo se construyen socialmente los usos del pasado en el presente? ¿Cómo se da esta dinámica? ¿Qué efectos tiene sobre la vida social y política?


En este proyecto trabajamos tres casos, tres ejes problemáticos. De actualidad, de recién, de las noticias de todos los días. Un podcast. Fuentes. Voces de expertos. Disparadores. Ideas para el aula. Invitaciones para hacer y para pensar.